Vive en el paraíso a… tan sólo unos minutos de Sevilla

Levantarme escuchando sólo el canto de los pájaros, tomar de un buen café disfrutando de la brisa fresca del Ajarafe en la cara, un buen baño en la piscina, tranquila y relajada, al llegar trabajar, las reuniones con mi familia y amigos… Estas son sólo algunas de las cosas que voy a echar de menos cada día de mi vida, una vez que nos marchemos de aquí.

Y es que, sin duda alguna, esta casa está hecha para disfrutar y para ser feliz, en cualquiera de los sentidos:
Permite disfrutar de una vida “social” fantástica, tanto en verano como en invierno. Durante los días de calor, nuestra vida está en el jardín, con la piscina, el bar de verano, las zonas de juegos, el porche… Todo lo necesario para vivir a tope, y fresquitos, sin necesidad de salir de casa.

En los días de frío, no nos quedamos atrás. Nuestro salón es grande y comodísimo y no sería capaz de contar la cantidad de tardes que hemos pasado al calor de la chimenea, viendo una peli o divirtiéndonos con un juego de mesa, por ejemplo. Y cuando se trataba de celebrar… Nuestra bodega del sótano ha sido imprescindible: la creamos con zona de bar y de comedor, su propia cocina y una acogedora sala de estar donde disfrutar de la sobremesa. ¡Es maravilloso!

Pero no todo ha sido diversión familiar y en sociedad… Esta casa nos ha regalado el espacio suficiente para disfrutar de nuestras actividades y momentos de intimidad y tranquilidad. Las habitaciones son muy amplias, favoreciendo los lugares de estudio de los más pequeños; y en el sótano, la versatilidad es la norma. Las distintas estancias han sido de todo: área de juegos, biblioteca, gimnasio, dormitorios de invitados… ¡Hasta vestidor! Créeme, aquí puedes hacer realidad todo lo que te propongas.

Pero, ¿sabes qué fue, además de todo lo que te he contado, lo que nos ayudó a decidirnos por ella? Su comodidad. Habíamos visto cientos de casas, pero, cuando vimos ésta, nos dimos cuenta de la facilidad que supone tener todo lo que necesitas en tu día a día en la misma planta. Pocas barreras arquitectónicas, más tranquilidad y comodidad, es una ecuación simple.

Y, ¿Sabes qué? Si tuviera que volver a comprarla ahora, lo haría con los ojos cerrados. Después de años, por fin, Espartinas cuenta con el ramal directo a la autovía, lo que ha permitido aliviar el tráfico una barbaridad… ¡Un punto más!

En definitiva, ha sido nuestro hogar y lo hemos cuidado con todo el esmero posible. Ahora es el momento de dar el relevo y encontrar a una familia que quiera crecer aquí. Así que, si sois unos disfrutones de la vida, si os apetece seguir con vuestro proyecto familiar en lugar de ensueño y habitar en la mejor zona de Sevilla…. ¡Ánimo! ¡Os esperamos!

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